Hoy en día, los uniformes que históricamente han sido los más estrictos en lo que a su aspecto se refiere comienzan a renovarse y a añadir nuevos elementos, quizás más coloridos o con formas originales, que suponen un soplo de aire fresco al aspecto de los empleados y trabajadores. Sin embargo, en algunas profesiones sigue habiendo una serie de básicos que no se deben dejar atrás, ya que, si se innova demasiado, se corre el riesgo de desvirtuar la imagen positiva que durante tantos años se ha construido en torno a un oficio en concreto. Uno de estos casos es el de los farmacéuticos: su clásico look, protagonizado por una sobria y limpia bata blanca procede, tiene mucha historia. Los farmacéuticos, al igual que los médicos, adoptaron esta prenda, ahora icónica, de la comunidad científica. El objetivo era dotarse de una imagen que infundiera autoridad y confianza, y se pensó que la bata blanca denotaba esa profesionalidad y experiencia que haría que la sociedad se fiara más de ellos, en una época en la que la calidad de la medicina comenzaba a dispararse. Los farmacéuticos deben de conservar sus icónicas batas blancasAhora, sería difícil imaginarse a un farmacéutico sin su bata blanca. No solo en los países europeos se ha generalizado el uso de esta prenda en la profesión farmacéutica. En muchos países asiáticos es también algo normal, puesto que también allí la bata blanca infunde esa imagen de profesionalidad y autoridad que tanto necesitan los farmacéuticos. Junto con la bata blanca, una placa identificativa con el nombre es también un componente elemental que ayuda al cliente a sentirse a gusto y en confianza con el farmacéutico. De hecho, en muchas regiones de España esta placa es obligatoria. Que la bata blanca sea un elemento que no se deba dejar de lado nunca no quiere decir que no se pueda innovar de vez en cuando. Y es que la renovación del uniforme, sin importar cuál sea la profesión, ha llegado para quedarse. Así, puedes innovar de diferentes formas. Una de las principales es jugar con algún color secundario al blanco en la bata, pieza clave de la indumentaria de un farmacéutico. Utiliza el color verde, muy relacionado con las farmacias, o el azul, conocido popularmente por infundir confianza. También un poco de rosa puede ser un opción interesante, que ayuda a crear un look más jovial y divertido y facilita el acercamiento del cliente al profesional. La otra opción es jugar con el resto de la indumentaria, dejando que la bata continúe con su blanco impoluto y dejar que las prendas adopten otro aspecto dirigido a complementar o a reforzar la sensación. Sea como fuere, lo cierto es que no hay precisamente pocas oportunidades de innovar, y el uniforme de los farmacéuticos es un gran ejemplo de ello. Aunque es cierto que la bata blanca no es algo de lo que una farmacia deba prescindir, también es verdad que la profesionalidad y el cambio no deben estar reñidos, sino todo lo contrario. |
